Desde que nos levantamos, hasta bien llegada la noche, estamos tomando decisiones. Algunas son muy básicas y de poca transcendencia, en poco o nada afectan a nuestra vida. Pero hay otra toma de decisiones que determinan nuestro futuro: ¿cómo deseo vivir el resto de mis años? ¿con quién compartir mi vida? ¿cambio de trabajo, de pareja, de estudios…? ¿Qué estilo de vida quiere Dios para mí?
Karina, como tantos de nosotros, se hizo estas preguntas hace 25 años. Su respuesta le llevó a elegir la vida religiosa consagrada dentro de la Congregación de Hermanas de la Presentación, como familia religiosa en la que concretar su respuesta día a día.
Para ella, tras 25 años compartiendo vida y misión en diferentes comunidades de la Congregación, se abre una nueva etapa, que, en realidad, es continuar caminado con la misma ilusión, fe y compromiso, pero ahora más consciente, más madura.
Gracias Karina por tu compromiso. Que la Niña María continue caminando junto a ti, para que tu vida y tu misión ayuden a extender el Reino de Dios.