En la España del siglo XIX, los índices de analfabetismo eran muy altos. Esto se agudizaba más en el caso de la mujer. Eran muy pocas las que tenían acceso a la educación.
Maximiano Fernández del Rincón, fundador de la Congregación de Hermanas de La Presentación, bien conocía esta realidad. En su labor como Pastor de la Iglesia, la preocupación por la falta de acceso de la mujer al mundo de la educación, le llevó a desear la creación de una Congregación de Religiosas que atendieran esta necesidad social.
La educación de la mujer pasará a ser una de las líneas de acción entre las hermanas de las primeras comunidades.
Hoy en día, el 8 de marzo se ha convertido en una fecha reivindicativa de los derechos de la mujer en nuestra sociedad. Sin embargo, no podemos olvidar que en esta lucha por alcanzar la igualdad y por reivindicar los derechos sociales que les corresponden, las mujeres no han estado solas en época anteriores.
Maximiano Fernández del Rincón, y por extensión, la Hermanas de La Presentación, hemos leído en la historia que sin educación no hay igualdad. Que la educación es una de las bases esenciales en el progreso de todas las sociedades.
Siguiendo los pasos de nuestros fundadores, las Hermanas de La Presentación, continuamos apostando por la educación de todas las personas en general, y de la mujer en particular.