Desde hace tiempo hay hermanos nuestros que tocan a las puertas de nuestra ciudad desde África, desde Siria, desde Latinoamérica…el hambre, la pobreza, la guerra expulsa a mucha gente de su tierra. Por fin este año hemos podido materializar nuestra hospitalidad abriendo dos casitas para madres refugiadas ucranianas, con sus niños. Desde aquí tratan de rehacer sus vidas y cuidar a sus hijos mientras esperan poder egresar pronto. La colaboración y ayuda de toda la familia de la Presentación está siendo clave para que este sueño justo sea realidad.
Dos casitas para madres refugiadas
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